Sopladores del cristal nos han devuelto
a una cavernosa oscuridad de útero,
atrincherados, y con el aire envuelto
en zafir temor al enemigo, mero
destinatario de metáforas, suelto
de manos para la sucia guerra, áspero
Vivimos acurrucados y no somos
Ucrania. Simples pacifistas sin plomos…
…mirones, ¿al límite hacia el despertar?
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